Generalmente en verano se descuida más la alimentación. Se produce un mayor consumo de bebidas alcohólicas, azucaradas y carbonatadas, así como de helados y zumos que generan una serie de ácidos en la boca que pueden llegar a desmineralizar los dientes y dañar el esmalte dental.
Esto hace que la dentadura quede más desprotegida ante el ataque de bacterias causantes de la caries y que aumenten las manifestaciones de hipersensibilidad ante la ingesta de alimentos o bebidas frías. Para contrarrestar esta situación, el Consejo General de Dentistas recomienda tener una adecuada hidratación del organismo, gracias a la cual se conseguirá que tanto el flujo como la calidad de la saliva sean los adecuados.
Algo realmente importante debido a que la saliva es el primer elemento protector de la boca tanto a nivel mecánico como inmunológico. Beber dos litros de agua al día y tomar alimentos con alto contenido hídrico como las verduras, hortalizas y frutas ayudarán a que el nivel de hidratación sea el adecuado, contribuyendo a mantener una buena salud oral también durante esta época del año.
Práctica deportiva y salud bucodental en verano
Asimismo, la mayor práctica de actividades físico-deportivas provoca que los traumatismos sean también más frecuentes y que el número de casos de pérdida de fragmentos o incluso de piezas dentales completas aumenten. En estos casos, el Consejo General de Dentistas aconseja actuar lo más rápidamente posible, conservando el diente en suero salino, o en su defecto agua, agua con sal, leche, o manteniéndolo en la boca y acudir de forma urgente a un dentista para poder llevar a cabo el tratamiento más adecuado.
Del mismo modo, una mayor actividad física puede provocar la pérdida de hidratación que junto a la tendencia a respirar por la boca cuando se practica deporte hace que el flujo salivar disminuya y la boca quede más desprotegida frente al ataque de bacterias y ácidos. Además, hay que señalar que otros elementos como el cloro de las piscinas pueden alterar también el pH favoreciendo la desmineralización de los dientes. Para ayudar a proteger la boca y re-mineralizar los dientes se recomienda el uso de dentífricos y colutorios con flúor.
Y para quienes practican deportes subacuáticos, cabe advertir que el uso de boquillas y snorkel puede alterar la fisiología natural de la boca pudiendo interferir, por ejemplo, en una ortodoncia fija o provocar dolores de cabeza por las posiciones anormales y forzadas de la articulación temporomandibular.
En cuanto a la protección solar, al igual que en el resto del cuerpo, no hay que olvidar proteger también los labios de la excesiva exposición al sol con un fotoprotector para ayudar a prevenir así el cáncer en esta parte de la boca.
En cualquier caso, el Consejo General de Dentistas de España aconseja ir al dentista al finalizar el verano.
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